CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre de 2020 (CDMX MAGACÍN).—El presidente Andrés Manuel López Obrador utiliza a su conveniencia el artículo 89 Constitucional, en el que se establece la Doctrina Estrada, que es la libre determinación de los pueblos. Es decir, que México no permite la intervención de otras naciones en su soberanía, como tampoco se entromete en asuntos internos de otros países.
En tal precepto Constitucional López Obrador fundamentó su negativa a felicitar al inminente presidente electo de Los Estados Unidos, Joe Biden, así como también declinar a un diálogo con éste, mismo que fue planteado por el equipo del Demócrata vía la embajadora de México en Washington, Martha Bárcena.
Sin embargo, en otros casos se le ha olvidado la Doctrina Estrada, y se ha anticipado a felicitar al candidato presuntamente vencedor, sin que se haya oficializado su triunfo. Todo, según sus conveniencias personales, no en su calidad de Jefe de Estado.
El caso más rupestre es el de Evo Morales. Al día siguiente de la polémica elección en aquel país, sin que hubiera resultados oficiales, y sin considerar las acusaciones de fraude por parte del mandatario que se reelegía por tercera ocasión.
Tan evidente fue el error diplomático de López Obrador al adelantarse a felicitar a Evo Morales, que días después se anularon esos comicios, con lo cual el Gobierno Mexicano quedó en un ridículo internacional.
Fue obvio que hubo algún compromiso con Evo Morales, pues incluso López Obrador mandó una avión de la Fuerza Aérea Mexicana para sacarlo de Bolivia, supuestamente porque era un perseguido político y se le daría asilo en México.
Evo Morales estuvo sólo algunas semanas en el país, hasta que las presiones diplomáticas del gobierno boliviano provisional, así como de la Organización de Estados Americanos (OEA), orillaron al Gobierno de México a pedirle que saliera del territorio.
También el pasado 19 de octubre, López Obrador se anticipó a los cómputos oficiales para felicitar al candidato del MAS a la presidencia de Bolivia, Luis Arce Catacora, por cierto muy cercano a Evo Morales, de quien fue su Ministro de Economía.
La elección fue el día previo, y a la mañana siguiente el presidente mexicano, acompañado de su canciller, Marcelo Ebrard, realizó una llamada a Arce, la cual incluso fue difundida por la Presidencia de la República.
Ocurrió lo mismo el 28 de octubre de 2019, con el caso de las elecciones en Argentina, en el que el centroizquierdista Alberto Fernández aventajó en los cómputos de la jornada electoral.
Al día siguiente de los comicios, aunque apenas se había contado el 93.9% de los votos, y sin que fuera un resultado oficial, López Obrador felicitó al candidato peronista, que compitió contra el derechista Fernando Macri.
Así, López Obrador sigue regateando su felicitación a Joe Biden, a pesar de Canadá, el otro socio del T-MEC, ya felicitó al Demócrata, vía su primer ministro, Justin Trudeau.
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