Percepción política
El problema del PRI en esta elección tiene rostro y su nombre empieza con “E” de Enrique, sigue con “P” de Peña y termina con “N” de Nieto.
Nunca se había visto, pero de veras que esta elección pinta para referéndum de la gestión del mexiquense y no se ve por ningún lado que le vaya a ir bien.
Mientras el presidente cerraba la semana anterior diciendo que hay “cifras alentadoras” del primer trimestre que demuestran el “dinamismo” en que se encuentra la economía interna, otros muy influyentes del sector en cuestión reprobaban categóricamente a su gobierno.
Una noticia lo dice todo al respecto: la opinión favorable que presidentes y directores empresariales tenían en el gobierno de Peña Nieto cuando comenzó su sexenio “cayó drásticamente”, puesto que el 68 por ciento de ellos consideró que su actuación respecto al entorno económico en este año es “regular” y “mala” contra un 37 por ciento que tenían semejante opinión en 2013.
La consultoría KPMG dio a conocer la encuesta Perspectivas de Alta Dirección en México 2015 y dijo que apenas uno por ciento de los encuestados calificó la actuación del gobierno federal como “excelente”, en tanto que sólo un 11 por ciento la dio por “buena”. Una ridiculez. Y este es el tamaño de la caída: en 2013 esos porcentajes eran de 12 y 49 por ciento, respectivamente. Está, como dicen por ahí, bastante cañon.
El valor de estas apreciaciones lo da el momento político. A esta alturas es algo que ya forma la mentalidad con que la gente irá a esta elección, es decir, profundamente decepcionada y muy probablemente irritada por el pésimo desempeño de un gobierno que ofreció las perlas de la virgen con tal de regresar al poder luego de dos pėsimas administraciones panistas.
La encuesta mencionada no es en sí una revelación ni nada por el estilo. Es simplemente la confirmación de algo que ha hundido al país progresivamente en los últimos tres sexenios. Pero vale sobre todo por el momento y sus elementos.
Para los empresarios, la corrupción y la inseguridad siguen siendo -según el 89 y 81 por ciento- las dos principales trabas para la competitividad.
Y está otro ingrediente que es dinamita pura contra el PRI, desde la óptica empresarial: los directivos se dicen totalmente insatisfechos con las reformas fiscal y laboral.
Si a partir de estos datos uno se pone reflexionar sobre a quién a servido el PRI, se llega a la conclusión de que ni a los necesitados ni al empresariado promedio. Este gobierno se ha alimentado de la corrupción -y de manera muy personalizada está el caso de EPN y la casa blanca-, ha bolseado a los empresarios decentes y sigue teniendo enjuagues ocultos con el crimen organizado.
Esa es, pues, una manera de leer la mentada encuesta. Economía, inseguridad y corrupción son los temas que definirían una una elección. Salvo que Televisa nos la pinte muy bonito en las semanas o meses siguientes… como en todos estos años…
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