Alcaldes: es hora de dar resultados (I)

López Casarín de todas formas va a estar en un conflicto penal latente, porque el rebase de tope de gastos de campaña es un delito, por lo que en el momento que quede firme la sentencia por rebase de tope de gastos de campaña habrán de darle vista, de oficio, a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.   FOTOS: Especial
López Casarín de todas formas va a estar en un conflicto penal latente, porque el rebase de tope de gastos de campaña es un delito, por lo que en el momento que quede firme la sentencia por rebase de tope de gastos de campaña habrán de darle vista, de oficio, a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.   FOTOS: Especial

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


Además de la complejidad que cargan las Alcaldías de la Ciudad de México en temas torales como seguridad, drenaje, agua potable, movilidad, cada demarcación territorial enfrentará circunstancias sociales específicas, y políticas de sus propios ediles.

En el caso de la Alcaldía Álvaro Obregón, el neo morenista Javier López Casarín carga una losa de falta de legitimidad, pues no sólo la oposición, sino hasta en Morena lo catalogan hasta como un “espurio”, porque le demostraron que rebasó el tope de gastos de campaña con el 9.5% –ganó por 3.1%–, aunque fue perdonado por la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Soto, y sus dos aliados, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata, que chicanearon la demanda panista y aventaron la pelotita de la anulación por esta grave ilegalidad a la Sala Regional del mismo órgano jurisdiccional.

López Casarín de todas formas va a estar en un conflicto penal latente, porque el rebase de tope de gastos de campaña es un delito, por lo que en el momento que quede firme la sentencia por rebase de tope de gastos de campaña habrán de darle vista, de oficio, a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.

En Azcapotzalco, Nancy Núñez (Morena) tiene el enorme reto de hacerle justicia a la demarcación: conseguir un presupuesto acorde a sus condiciones de extensión territorial, versus demanda de servicios y número de habitantes, porque en los últimos 15 años hubo una pérdida importante en términos reales, en contraste con la Venustiano Carranza, que tiene condiciones muy semejantes.

En Benito Juárez, Luis Alberto Mendoza Acevedo tiene dos problemas fundamentales. El primero es cerrar en definitiva toda la etapa, todo el proceso penal que enfrentaron más de 30 funcionarios y ex funcionarios de la demarcación, por lo que han llamado “cartel inmobiliario” y que ellos acusaron fue una persecución contra la oposición. Tiene que poner en orden a los desarrolladores.

Pero el verdadero problema es el deterioro que ha sufrido la Benito Juárez en los últimos 10 meses, desde que se separó en definitiva Santiago Taboada, y en su lugar quedó Jaime Mata como sustituto, quien no ha logrado preservar los avances que se habían logrado. De ser percibida como la Alcaldía más segura del país hasta enero pasado, según las encuestas del INEGI, en el primer semestre de 2024 la Benito Juárez cayó al quinto lugar. Esto en buena medida tiene que ver con que la gente al ver un entorno descuidado, parques sucios, con obras a medias, oscuros, más baches, basura en las calles, le da una sensación de menor seguridad.

En Coyoacán, Giovani Gutiérrez Aguilar, emanado de la oposición, tiene claro que una confrontación con el Gobierno no le conviene a él menos a los habitantes de la demarcación, y por eso optó por trabajar en equipo, empezando por un tema muy importante: el combate a las llamadas “chelerías”, donde impulsó una Ley, junto con Martí Batres y la futura jefa de Gobierno, Clara Brugada, que este miércoles se aprobó, y que sanciona con mayor dureza la venta ilegal de alcohol.

En Cuajimalpa de Morelos, Carlos Orvañanos Rea, del PAN, en su discurso de arranque de gobierno dejó en claro cuáles son los dos temas más importantes en esa demarcación: la seguridad y la generación de un clima social de armonía, de reconciliación, después de que durante al menos la última década hubo una etapa hostil con su antecesor, Adrián Rubalcava, en los pueblos de esa histórica región de la capital del país, así como con la clase política, antes contra Morena, y después contra el PAN y el PRI.

Alessandra Rojo de la Vega, de la Cuauhtémoc, libró una serie de ataques, antes y después de la elección, frente al grupo político de los Monreal, que tenían al menos una década enquistados en el gobierno. Le ganó a Catalina Monreal por más de 11 mil votos, pero ella por diferentes vías, incluso con tráfico de influencias, trato de voltear el resultado o anular la elección. No lo logró. La presidenta Claudia Sheinbaum se la llevó a la administración federal, la sacó de la Cuauhtémoc, lo que le da aire a Rojo de la Vega para que no la estén golpeteando políticamente y pueda lograr metas muy precisas, una fundamental es la seguridad, el combate a la extorsión –denunciada por la gente durante su campaña–, cometida por el crimen organizado, pero también por autoridades de la demarcación. Las mujeres serán clave en su gobierno: en su Gabinete, de ocho integrantes, sólo uno es hombre. Las otras Alcaldías tienen sus propias complejidades, historias aparte. Lo veremos.