Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Fue un abierto acto de provocación, oportunismo y ganas de apropiarse de una reforma que no es suya: la bancada del PVEM en el Congreso de la Ciudad de México se organizó un mitin partidista a un costado de la sede legislativa, sobre la calle de Donceles, con templete, banderas y playeras, para hacer creer que gracias a ellos se terminó la fiesta brava con sangre.
Eran unas 150 personas con banderas y playeras verdes, muchos de ellos con afán de provocación a quienes estaban del otro lado del cerco de granaderos, los defensores de las corridas de toros. La presencia del fuerte dispositivo policial no impidió que volaran algunos proyectiles de un lado al otro, como botellas de vidrio, piedras. Se reportó saldo blanco, al menos ahí afuera.
La actitud de Jesús Sesma, coordinador del PVEM –que ni es verde, ni ecologista–, molestó a diputados de todos los partidos políticos, quienes lo vieron como un oportunista que pretende apropiarse de un logro político real de todo el Congreso para la protección animal.
Dicen los verdes que es su “lucha histórica”, lo cual es una rotunda mentira. Sus candidatos presidenciales de 2000 a 2018 eran aficionados a la fiesta brava y lo presumían: Vicente Fox, Roberto Madrazo, Enrique Peña y José Antonio Meade. Absoluta incongruencia. ¿A poco ya no se acordarán el mismo Sesma y su jefe político, el propietario del PVEM, Jorge González? Son pura farsa.
Quizá pensando en que la sociedad puede tener mala memoria, Sesma y los otros seis diputados que sí militan en ese partido –hay otros cuatro de Morena que fueron siglados por el PVEM, pero no comulgan con ellos–, pretenden que los antitaurinos les agradezcan la reforma.
En el mejor de los casos, el tema interesó al PVEM hacia el 2022, cuando el propio Sesma quiso que se discutiera su iniciativa al respecto, lo que incluso generó momentos violentos en el Congreso, como cuando el legislador verdecologista propinó algunas patadas y retó a golpes al entonces diputado perredista Jorge Gaviño, por cierto con desventaja por ser adulto mayor.
Hoy, con su contraparte en el tema, el diputado Pedro Haces Lago, de Morena, para nada se le ocurrió a Sesma repetir una conducta así agresiva y violenta, porque sabe que tiene las de perder. ¡Pues no que muy, muy!
En realidad, si hubiera que atribuirle a alguien esta reforma taurina como un “logro”, en todo caso el mérito se lo llevarían los diputados locales, que votaron casi por unanimidad, y la presidenta Claudia Sheinbaum, porque fue congruente con la iniciativa que envió al Congreso federal y se aprobó en diciembre para que en el artículo 4 Constitucional se estableciera de manera específica la prohibición del maltrato animal y la obligatoriedad del Estado de velar por su bienestar.
También tienen su gran virtud los más de 27 mil ciudadanos que firmaron la iniciativa que fue el marco sobre el cual dictaminaron los diputados, y Clara Brugada, la jefa de Gobierno. ¿Pero el PVEM? ¿Cuál fue su mérito en realidad? ¿Sin el apoyo del PVEM se hubiera aprobado? ¿Sin los votos del PVEM se hubiera aprobado? ¿Sin la existencia del PVEM se hubiera aprobado? Por supuesto que sí. Por eso resultó muy absurdo, oportunista y hasta provocador que los verdes hicieran su mitin a un costado del Congreso. A ver si ahora le entran a fondo al tema ambiental, a propósito de que otra vez hay contingencia. Seguro no lo harán. Lo veremos.
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