Glorieta de Colón
Hay otro hecho que evidencia el descuido que priva en el equipo de campaña de Clara Brugada, en específico en su cuarto de guerra. En los últimos días han dejado que crezca un problema evidente que tiene la candidata con su voz, que se le escucha cual si tuviera alguna inflamación en las cuerdas vocales, eso que comúnmente le decimos ronquera, que de ninguna manera se quita con pastillas de eucalipto.
Sin duda, ese problema en la voz le mete ruido en su comunicación, como fue el caso este jueves de una entrevista radiofónica que tuvo al mediodía, en la que por momentos no se le entendía lo que estaba diciendo. En alguien de esa campaña debería haber sensatez, especialmente en su cuarto de guerra, que entre tan importantes responsabilidades tiene la de velar por la plena salud de la candidata.
Apenas van 21 días de campaña, faltan 69, y si no le tratan de manera seria esa ronquera a Brugada, no se sabe cómo estará su voz hacia mediados o finales de la campaña. Deberían saber que en la Ciudad de México hay varios muy buenos foniatras que le pueden ayudar a Brugada a resolver ese problema. Todavía están a tiempo.
Listo para Cuajimalpa
Con muy buen ánimo, el panista Carlos Orvañanos da las últimas pinceladas a su estrategia y conformación de su equipo de campaña por la Alcaldía Cuajimalpa. Están muy optimistas de que van a ganar por varias razones: la alianza con el PRI y el PRD les suma más votos que a Morena, PT y PVEM.
Según la encuesta más reciente de Massive Caller, Orvañanos aventaja con una intención de voto del 42.2%, en contra el 31.7% del neomorenista Gustavo Mendoza. Otra razón para el optimismo, nos cuentan en el PRI, es que se le vino abajo el teatro al alcalde saliente, Adrián Rubalcava, quien se chamuscó porque ahí la gente es mayoritariamente opositora y no vio con buenos ojos que brincara al oficialismo, después de que ellos lo reeligieron por ser opositor. Además, puntualizan, no se llevó ni a la mitad de los priístas y los de Morena no lo quieren.