Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Le cayó como anillo al dedo a Clara Brugada la señal que recibió desde Palacio, de que al menos el primer mes posterior a las elecciones guardara un perfil público muy bajo para permitir que solamente figurara Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa.
Ante las críticas de que estaba desaparecida de la escena política, Brugada rompió el silencio este 1 de julio, luego de aparecer por supuesto con Sheinbaum para celebrar el sexto aniversario de lo que llaman el inicio de la “cuarta transformación”, el triunfo electoral de López Obrador en 2018.
Brugada aclaró, por fin, que ese espacio político lo aprovechó para someterse a otra cirugía de cadera, que es la segunda parte de su tratamiento. Dice que ya está bien, aunque este lunes se le vio convaleciente. Su discurso en el contexto de ese sexto aniversario dio sentada, y previamente llegó asistida del brazo de Mario Delgado. Pese a ello, dice que a partir del 15 de julio hará cuando menos 100 foros informativos por toda la capital. Suena muy bien su plan, pero sorprende que esos encuentros no serán para los temas que verdaderamente interesan o impactan de manera directa a los habitantes de la CDMX, sino que actuará como apéndice del proyecto lopezobradorista de la llamada reforma al Poder Judicial (Federal), con el que se pretende elegir a jueces, magistrados y ministros por voto popular.
Es decir, en esos 100 foros veremos a Brugada dispersa de los temas de la capital del país. No parece que pretenda hablar de lo que quieren escuchar los chilangos, que demandan soluciones urgentes a sus problemas. Por ejemplo, si tan interesada está en la reforma al Poder Judicial (Federal), debería mejor ocuparse de lo que hace falta al Poder Judicial de la Ciudad de México, porque la impunidad registrada durante 2022 alcanzó niveles verdaderamente de un Estado fallido: 99.1% de los delitos del fuero común (los que más impactan a la gente) que se cometen no reciben castigo alguno. Por supuesto, los jueces son en gran medida corresponsables de ello, en especial de lo que llaman puerta giratoria en los reclusorios.
Si Brugada quiere realizar tantos foros, también debería ponerle énfasis al asunto presupuestario, porque con tantos compromisos que asumió en campaña para incrementar programas sociales e incluso arrebatarle a las Alcaldías los que hoy manejan, no parece que habrá dinero que alcance. Más complicado aún porque debe recordar que el Metro se encuentra en pésimas condiciones y para mejorarlo, de entrada, tiene al menos que recuperar el 20% del presupuesto que se perdió en términos reales durante el último sexenio.
O el otro tema, la escasez de agua. Cierto que en este año no llegamos al día cero, pero estamos muy cerca de esa grave situación. Para revertirla o al menos frenar el avance del problema se necesitan muchos miles de millones de pesos. No se sabe si Sheinbaum va a resarcir a los habitantes de la capital el dinero que permitió le quitaran desde el gobierno federal durante su administración. Ni ella ha dicho nada, ni Brugada tampoco ha planteado de manera concreta cuánto más le va a exigir a la federación para cumplir sus promesas.
Entonces, más que promover una reforma judicial federal, Brugada debería ocuparse de los temas locales. ¡Zapatero a tu zapato!, dice el refrán. Si no cobra consciencia de ello y actúa desde ahora para poder implementar los urgentes desde el primer día de su administración, Brugada tendrá un arranque muy complicado que le puede erosionar en unos cuantos meses sus niveles de aprobación, pues las expectativas que generó en el electorado son muy elevadas. Lo veremos.