Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Líderes del oficialismo y de la oposición en la Ciudad de México lo dicen de manera tajante: al alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava lo presionaron a carpetazos de investigación y por alguna razón –que parece evidente– se doblegó muy fácil a los designios de Claudia Sheinbaum, Ernestina Godoy y Martí Batres, su compañero de ‘cátedra’ con René Bejarano.
No está claro hoy si a Rubalcava le han ofrecido algo en Morena y en caso de que así fuera, si le van a cumplir. Pero hoy parece estar en el peor de los mundos, pues el escenario más probable es que hasta su territorio, Cuajimalpa, lo pierda.
Son varios los factores que, en prospectiva, dan pocas posibilidades a Rubalcava para que, con uno de los suyos como candidato del PVEM, Morena y PT, pueda retener la que considera su Alcaldía.
Para empezar, hoy las tendencias electorales no le favorecen. De acuerdo con la última encuesta de Massive Caller, difundida el 31 de enero, en Cuajimalpa la coalición Va X la Ciudad de México (PAN, PRI y PRD) aventaja en la intención de voto, con el 43.3%; Morena con sus aliados van más de 10 puntos por debajo: apenas alcanza el 32.3%.
En ese mismo estudio demoscópico se advierte que el aspirante más competitivo de la gente de Rubalcava es Rodolfo Chehade, jefe de su Gabinete, quien logra 34.2%, contra el 42.8% del panista Carlos Orvañanos, quien ya fue delegado. El segundo más competitivo que podría representar a Rubalcava es Gustavo Mendoza, actualmente director de Desarrollo Social y Humano. Y si se le ocurriera llevar de candidato a Carlos Madrazo, todo apunta que sería peor la cosa, porque de entre ellos, es el tercero en las preferencias hacia el 2 de junio.
Otro componente que opera contra Rubalcava es que Morena de Cuajimalpa no lo quiere y le hicieran campaña de brazos caídos. Además de lo anterior, la enorme contradicción en que incurrió Rubalcava: defraudó a quienes votaron por él en 2021. En aquella elección, el entonces priísta ganó en buena medida por las críticas y el rechazo social a Morena, a Claudia Sheinbaum y al presidente Andrés Manuel López Obrador. Ya en el cargo, y posterior a las amenazas desde la Fiscalía, hasta le organizó porras en público a la jefa de Gobierno.
Un elemento más es cómo el candidato de Rubalcava se va a presentar ante los ciudadanos con el nuevo cuento de que siempre sí los mejores son Sheinbaum, Morena, López Obrador, pues ahora el alcalde y su gente hablan de supuestos buenos logros de la 4T. Ni ellos se lo creen.
En general, los políticos de oposición dicen que fue un error de Rubalcava doblegarse ante múltiples carpetas de investigación que le abrieron a él y a gente muy cercana. Sin embargo, otros lo ven como un acierto, de que no quiso una confrontación y, al fin priísta, optó por la salida menos costosa: ceder a las extorsiones oficialistas.
Tales amenazas impidieron a Rubalcava aceptar la oferta del PRI de hacerlo senador a cambio de apoyar a Santiago Taboada para la Jefatura de Gobierno, con lo que además conservaría su territorio. Él se ha encargado de promover que será el candidato suplente de Omar García Harfuch al Senado de la República, y que entonces cuando gane Claudia y el policía se convierta en secretario de Seguridad Ciudadana, asumirá como senador titular. Falta que gane ella y los militares acepten a Harfuch. Lo veremos.