Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Sin considerar lo que decida hacer el excandidato Santiago Taboada con el enorme capital político que logró el 2 de junio, a mediano y largo plazo en la Ciudad de México se irán posicionando y consolidando liderazgos panistas hacia 2027 y 2030, ya sin PRI ni PRD.
En el caso de los panistas, los liderazgos femeninos más sobresalientes son Alessandra Rojo de la Vega, futura alcaldesa de la Cuauhtémoc; Luisa Gutiérrez, hoy diputada local, que se perfila como presidenta del PAN en la Ciudad de México, y Lía Limón, quien en dependerá de lo que resuelva el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la impugnación a la elección de la Alcaldía Álvaro Obregón, que perdió de manera sorpresiva en los cómputos, pero descubrió un cúmulo de irregularidades e ilegalidades por parte de Morena, ante lo cual pidió la nulidad de los comicios.
Rojo de la Vega tendrá años difíciles porque va estar bajo el asedio de Morena, que no termina de asimilar su segunda derrota consecutiva en esa tan importante demarcación, que es como la capital de la capital del país. Superando ese primer obstáculo, tendrá que buscar su reelección en 2027, para lo cual sin duda estará habilitada constitucionalmente, a pesar de que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, va contra la elección consecutiva. La Constitución prohíbe que se apliquen leyes de manera retroactiva en perjuicio. Ella compitió el 2 de junio con el esquema legal de que puede reelegirse.
Todo apunta a que Luisa Gutiérrez sea la primera mujer en la historia en encabezar el PAN en la CDMX. De hacerlo, su principal reto será reencausar al partido por sus principios de doctrina, y sin tapujos definirse como de derecha, con cercanía hacia el centro. Esto implica que no vuelva a haber alianzas con el PAN y el PRD.
En el bloque de los hombres, los más destacados en la actualidad son los alcaldes Giovani Gutiérrez, de Coyoacán, y Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, quienes lograron su reelección sin sobresaltos, y van por su segundo periodo al frente de su respectiva demarcación.
Los próximos tres años serán clave para ellos, y su futuro hacia una eventual candidatura a la Jefatura de Gobierno en 2030 dependerá de cómo cierren sus administraciones y qué hagan para mantenerse vigentes, pero sobre todo muy visibles y creciendo en el conocimiento, aprobación y el buen ánimo de los chilangos.
Giovani sorprendió desde 2021, porque había quienes no le daban muchas posibilidades de ganar, pero con amplia ventaja sacó a Morena de la Alcaldía Coyoacán, y en este 2024 ratificó ese triunfo. En ambas ocasiones su candidatura la siglo el PRD, pero siempre muy cerca del PAN, partido en el cual ya militó. Él tiene a su favor que es aliado y no subordinado del grupo panista dominante en la capital.
En el caso de Tabe, su gran ventaja es que nunca fue funcionario de la Benito Juárez, por lo que no le pueden achacar nada de lo que Morena llama “cartel inmobiliario”. Su futuro político depende también de qué tanto crezca él por sí solo, qué tanta autonomía logre en el grupo panista al que pertenece, que encabeza Jorge Romero, sin necesidad de llegar a la ruptura. Tampoco habrá que perder de vista al futuro alcalde de Cuajimalpa, Carlos Orvañanos, ni a Andrés Atayde, próximo coordinador de los diputados panistas. Su desempeño y sus alianzas políticas serán determinantes. Finalmente, Taboada tiene un enorme capital político y deberá reinventarse. Pero esa es otra historia. Lo veremos.