Demandan que los procesos electorales de México y Estados Unidos no deben interferir en los avances para frenar el cambio climático.
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero, (MENSAJE POLÍTICO).—El presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, Raúl Bolaños-Cacho Cué, se pronunció porque los procesos electorales de México y Estados Unidos “no echen atrás” lo que se ha avanzado en temas de cambio climático y de energías renovables, particularmente en nuestro vecino del norte.
Así lo sostuvo el senador en una reunión con la directora de la Oficina de Impacto Económico y Diversidad del Departamento de Energía de los Estados Unidos, Shalanda Baker, quien expuso las políticas del presidente Joe Biden en esta materia y a las que Bolaños-Cacho calificó como un gran avance que “no deben tener banderas políticas”.
En ese sentido, el senador insistió que el tema del cambio climático no sólo debe preocupar a uno u otro candidato, sino que debe involucrar a todos los ciudadanos tanto de México como de Estados Unidos, al ser todos “ciudadanos del mundo”.
Aseguró por otra parte que para el Senado de la República es fundamental tener vínculos y coordinar esfuerzos con el gobierno de los Estados Unidos en el asunto del cuidado al medio ambiente y el uso eficiente de las energías, pues “nos ocupa y nos preocupa a todos”.
Recordó que el gobierno de México también ha signado tratados internacionales para incrementar el uso de energías renovables a lo que, subrayó, el Senado estará atento a su cumplimiento, pues se busca trabajar en una transición energética, que “nos haga dejar de depender de combustibles fósiles”.
Shalanda Baker advirtió que países que contribuyen poco a la emisión de gases contaminantes, también son los que peores consecuencias pagan por el cambio climático, como desaceleración de sus economías, aumento de la pobreza y daño a sus infraestructuras energéticas.
Detalló que en los Estados Unidos se tiene detectado que comunidades desprotegidas también padecen para satisfacer sus necesidades energéticas; de ahí que se encuentran en condición de precariedad 47 por ciento de los hogares latinos y 50 por ciento de los afroamericanos, pues a veces no tienen acceso a energía o no pueden pagarla.
Por otra parte, explicó que, si bien en algunas comunidades de Oaxaca se han introducido las energías solar y eólica, los habitantes han expresado preocupación por el impacto de los proyectos en sus entornos, por lo que la viabilidad de los planes energéticos debe basarse en las decisiones de cada población
Ante estas situaciones sostuvo que se deben “corregir los errores del pasado”, es decir, crear nuevos sistemas energéticos y rediseñar los antiguos que aborden la inclusión, la igualdad y la justicia, con soluciones de energía limpia a la que puedan acceder todas las comunidades y que les ayude a su crecimiento económico y a generar más oportunidades de empleo.
En su intervención, el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa sostuvo que es necesario crear incentivos para impulsar la inversión en energías renovables. En ese sentido, lamentó que en el Senado no han prosperado las iniciativas para reducir el precio de los automóviles eléctricos.
Además, el coordinador parlamentario del PRD en la Cámara pidió recomendaciones a Shalanda Baker para aprovechar la oportunidad que brinda nuestra geografía para el desarrollo de energías sustentables.
La senadora del Grupo Parlamentario del PRI, Beatriz Elena Paredes Rangel dijo que es necesario impulsar estrategias de cooperación entre México y Estados Unidos, para llevar a cabo el desarrollo de paneles de energía solar, que puedan instalarse en las comunidades indígenas de bajos recursos.
Laura Iraís Ballesteros Mancilla, senadora de Movimiento Ciudadano, destacó que uno de los retos de los gobiernos, es lograr que la temperatura del planeta no continúe en aumento; además de que la agenda de energías sostenibles cumpla con las metas señaladas, como la descarbonización.
Agregó que nuestro país necesita una estructura de financiamiento y gobernanza climática que nos lleve a una transición de la descarbonización, así como conformar un fondo para la adaptación, mitigación, resiliencia y enfrentamiento de las emergencias en esta materia.