Glorieta de Colón
Un caso para que el encargado de la Fiscalía de la Ciudad de México, Ulises Lara se entere que de manera burda andan fabricando delitos en la Coordinación General de Investigación Estratégica, la Fiscalía de Investigación Estratégica del delito de Robo de Vehículos y Transporte y la Agencia Investigadora Norte “I”. A la redacción de CDMX Magacín llegó un expediente-denuncia ciudadana de que en la carpeta de investigación CI-FITLP/UAT-TLP-3/UI-1 S/D/000136/01-2024 cometieron el absurdo de acusar a una mujer de haberse robado un vehículo… ¡de su propiedad!
Ella le entregó los documentos originales, vigentes, legales, legítimos a la agente del Ministerio Público, Alma Delia Álvarez Avelino, con los que prueba que el coche está a su nombre, pero ni así han cerrado la carpeta, ni le han devuelto el vehículo. Sería importante que Ulises Lara pidiera información sobre este caso, porque quien acusa del supuesto robo tiene un abogado que presume que como fue agente del MP “tiene influencias” en las Fiscalías, lo que parece cierto cuando es tan evidente la fabricación de un delito.
En este caso, la acusada en realidad es la víctima, probablemente hasta por su condición de mujer, por lo que deberían tomar conocimiento del asunto la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, que encabeza Sayuri Herrera Román, así como la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos. Seguiremos informando.
Romo, con los “traidores”
Siguen saliendo historias que le complican cada vez más a Víctor Romo la posibilidad de ser coordinador de Morena en el Congreso de la CDMX. Entre los diputados electos de Morena no olvidan y menos le perdonan que cuando la interna de Morena, en que él apoyaba a Omar García Harfuch, fue el artífice de la fractura en el Grupo Parlamentario morenista, que se dividió entre “traidores” y “leales” a la causa lopezobradorista.
Por cierto, a Romo siempre lo ubicaron del lado de los traidores, porque hasta le inventó a varios legisladores que apoyaban a Harfuch, y públicamente tuvieron que precisar que su respaldo era para Clara Brugada.