David Polanco / CDMX Magacín
A pesar de que Clara Brugada y Morena han gobernado los últimos seis años Iztapalapa, que está entre los municipios más inseguros del país, a 75 días de las elecciones, el jefe de Gobierno, Martí Batres, lanza un operativo de seguridad, para intentar reducir los índices delictivos en esa demarcación, a fin de querer rescatar más votos para el 2 de junio.
En esta tónica, el Operativo Iztapalapa inició con 4 mil 386 elementos y 280 vehículos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y la Marina. El objetivo: disminuir los delitos de alto impacto en alrededor de 26 colonias de la alcaldía.
En sus redes sociales, el mandatario capitalino sostuvo que la demarcación es la que presenta el mejor trabajo en cuanto a seguridad se refiere: “Iztapalapa es la alcaldía que muestra el mejor desempeño en materia de seguridad considerando delitos de alto impacto, de bajo impacto, delitos por cada 100 mil habitantes y ritmo de disminución de los delitos”, destacó.
No obstante, los números del Inegi en la reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicados en enero pasado, demuestran “otros datos”, debido a que Iztapalapa se ubica entre las alcaldías más inseguras de la CDMX, con una percepción del 62.5%, sólo por debajo de Tláhuac.
En contraste, el municipio más seguro de todo el país es la alcaldía Benito Juárez que, con el proyecto Blindar BJ de Santiago Taboada, sólo el 15.2% de sus habitantes se sienten inseguros, con base en la ENSU.
Recientemente, Taboada Cortina visitó el mercado Escuadrón 201 de Iztapalapa, donde locatarios se acercaron a él para compartirle los mensajes de amenaza que sufren a diario por parte de las células criminales que ahí operan.
Esta situación no es nueva, puesto que, a principios de este año, aún en precampaña, el aspirante opositor a la Jefatura de Gobierno hizo un recorrido por Iztapalapa y los habitantes de la demarcación se quejaron por los delitos que los agobian, entre ellos, las ejecuciones o desaparición de personas.
“Iztapalapa es una alcaldía muy abandonada, muy insegura, la gente nos lo decía aquí, nos lo dijo en los recorridos anteriores, en los eventos. No es la que nos quieren vender”, acotó el candidato de la coalición “Va por la Ciudad de México”.
Entre los dimes y diretes de Martí Batres respecto a que Iztapalapa no es como la pintan y que la seguridad de Benito Juárez no depende de Taboada sino del Gobierno local, la oleada de elementos en la alcaldía morenista se da justo en época de campañas, cuando Clara Brugada quien, por cierto, ha gobernado la demarcación en tres ocasiones, no es la más indicada para prometer seguridad; al menos, sus números no la respaldan.