Autor: Eduardo Lima Gómez
Editorial: Anaya Editores
¿Tiene límites la libertad de expresión?
De ser así, ¿está permitido a los particulares generar discursos de odio, exhibiciones mediáticas en contra de una persona, o, presentar públicamente documentos relacionados con su vida privada?
Lo anterior, en un primer momento, no parecería ser un tema que nos afectara pues como destaca el autor, usualmente creemos que ello sucede a los “demás”, a los “otros”, pero ¿qué diríamos si ello le ocurriera a “nosotros”, a nuestra familia?
En el libro Reflexiones sobre la libertad de expresión, el autor aborda diversos parámetros previstos en la Constitución, Tratados Internacionales y Jurisprudencia, en los que se ha establecido que, dicha libertad, tiene límites.
Pero además, destaca que existen responsabilidades, y cita por ejemplo, la regulación en materia civil, a partir de la que se pude solicitar la reclamación por daños, sanciones en materia administrativa e incluso penal. Como ejemplo de estas últimas, se refiere a las conocidas Leyes Olimpia e Ingrid.
Aborda otros temas interesantes como el derecho de réplica, el derecho al olvido, y los derechos de la personalidad, integrados por el honor, vida privada y propia imagen.
Pero además, se pregunta, ¿qué hacer si la afectación a los derechos de la personalidad se genera por el Estado? Sobre el particular, resultan de interés sus reflexiones acerca del debido proceso y el juicio de amparo como medio para su protección.
Finalmente, no obstante abundar en el análisis de los límites, reconoce que es necesario fortalecer la libertad de expresión, como una forma de auxiliar en el en desarrollo de la democracia y hace notar incluso, que los límites a que se refiere, reducen su umbral protector cuando se trata de mensajes en los que se hace referencia a los gobernantes, en tanto que la Suprema Corte ha reconocido ello como necesario para fortalecer el debate público.
En suma, se trata de un libro que aborda temas de gran interés dado el contexto tecnológico y político actual, donde entre las personas que pueden ser afectadas en el honor, vida privada y propia imagen, nos encontramos todos.