Glorieta de Colón
Además de la falta de trabajo político, otra razón importante por la que Clara Brugada no ha brillado en sus primeros 100 días de gobierno es porque lo poco que ha hecho no logra visibilizarlo por el tremendo pleito que existe en su área de comunicación social. Ahí ha habido un choque entre los dos equipos, el que le impusieron desde la Presidencia de la República y encabeza la ex conductora de televisión, Ana María Lomelí, diputada federal con licencia. Ella trae la misión de mantener a raya, a bajo perfil a Brugada, porque desde Palacio no quieren que brille. En el organigrama, Lomelí es la jefa del área, pero en los hechos no. Brugada le puso a hacerle “contrapeso” a Luz María Avilés, quien ha sido su brazo derecho para temas de medios de comunicación desde hace más de 6 años. Sin embargo, ese “contrapeso” se ha convertido en una guerra campal en que la principal afectada es la jefa de Gobierno, porque de los dos equipos no se hace uno, y peor en momentos de crisis. Hoy el jaloneo se agudizó por la asignación de pautas publicitarias.
Detractores de AMLO
Y hablando de Brugada, interesante ver que dos de las empresas de quienes fueron los principales detractores y opositores de López Obrador donaron miles de lechitas tetrapak para acompañar la monumental rosa de reyes del zócalo de la CDMX. Se trata de Femsa, de José Antonio “El Diablo Fernández”, y LaLa de Eduardo Tricio, personajes a quienes AMLO acusó de ser financiadores de campañas negras en su contra, aunque ellos siempre lo negaron. Lo importante es quedar bien hoy con la 4T.
Feministas defraudadas
Nos cuentan que en la causa feminista ya hay quienes empiezan a sentirse defraudadas porque pareciera que la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo no irá “hasta donde tope” –como lo advirtió– contra el magistrado del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, Armando Ambriz, a pesar de que le atribuye ser su víctima por violencia política contra la mujer en razón de género. ¿La impunidad se negocia?