CDMX Magacín
A casi tres años de la tragedia en la que murieron 27 personas –incluido un menor de edad que pretendieron ocultar– y más de 100 lesionadas, este 30 de enero, Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX, dio el banderazo de reapertura total a la Línea 12 del Metro.
En su discurso de reinauguración, en el que por cierto no hizo mención alguna acerca de los responsables de la desgracia, señaló que la obra es el resultado de un proyecto ejecutivo realizado por los mejores ingenieros estructuristas, supervisada por directores responsables de obra, corresponsables en seguridad estructural y por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
“El día de hoy abrimos la Línea 12 en toda su extensión, especialmente, el tramo que abarca las estaciones de Tezonco, Olivos, Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac; esto se hace después de un trabajo profesional y técnico que muestra los alcances de la ingeniería mexicana”, indicó el mandatario capitalino.
En tanto, el secretario de Obras y Servicios (Sobse), Jesús Antonio Esteva Medina, informó que “hay un registro, una trazabilidad de quién lo hizo, quién lo inspeccionó, qué soldador lo ejecutó, qué tipo de junta y el soldador tenía que estar certificado para ese tipo de conexión”.
Por su parte, el director general del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, hizo hincapié en que la reapertura se efectuó después de pruebas rigurosas con base en protocolos de operación.
De igual manera, resaltó que la L-12 brindará servicio con 27 trenes y dos de reserva, que recorrerán un total de 25 kilómetros, a través de 20 estaciones.
En este contexto y ante la omisión alevosa de quiénes son los responsables del desplome del Metro, Eduardo Bohórquez, director general de Transparencia Mexicana, se pronunció al respecto:
“Estamos mal acostumbrados a que tragedias y desastres no identifiquen claramente a los responsables. Cuando hay servidores públicos involucrados es indispensable aclarar quiénes decidieron, qué decidieron, cuándo lo hicieron y determinar si los eventos son consecuencia o no de las decisiones tomadas”.
En la misma tónica, el panista Ricardo Rubio Torres fue contundente al señalar que “nadie en la cárcel por la muerte de 26 personas, la exjefe de Gobierno debería renunciar a su candidatura por coherencia y por dignidad. México debe saber que su administración ha sido un episodio de riesgo constante para quienes se trasladan en el Metro”.
En cuanto a las víctimas olvidadas por el accidente del 3 de mayo, el PAN informó que subirá Punto de Acuerdo para exigir a Guillermo Calderón que instale un memorial en lugar visible y digno con los nombres de las personas que perecieron aquel día, puesto que Martí Batres quitó las cruces que los familiares habían colocado en la entrada de la estación Olivos, y eso demuestra la insensibilidad de Morena.